EL ORFANATO 2

Autor; Andor

Él era el encargado de un orfanato de niños y niñas que nadie quería, en ese orfanato los querían de una forma diferente, en este relato en especial a un niño…

Al día siguiente todo sucede con total tranquilidad y completa calmas, pasan dos días de aquel acontecimiento, cuando vuelven a ser las 7 de la noche el cura sale a llevar a las monjas a su descanso, regresa y termina de hacer trabajo pendiente

-Padre se le ofrece algo? Pregunta Adolfo, uno de los monaguillos que ayudan al padre en la iglesia y el orfanato y que se prepara para ser cura también

– No Adolfo, tranquilo, ya puedes ir a dormir si quieres ya son casi las 10 de la noche ya también me retirare a mi habitación.

Adolfo se retira a su habitación pero él no se acuesta, el espera vigilante que suceda lo que la otra noche fue testigo para volver a espiar a los amantes, espero mucho cuando casi por darse por vencido otra vez, sale el padre Raúl de su habitación, pero esta vez no se dirige a la habitación de las niñas, extrañamente se dirige a la de los niños, quizás chequeara si están todos dormidos pensó Adolfo.

El padre entra y 5 minutos más tarde sale junto con Luis, un pequeño de 7 años y se dirigen de nuevo a sus aposentos y cierra, Adolfo quien es ya la no tan misteriosa sombra, no pensó que sucedería eso en esta ocasión, espera unos minutos y sale de su cuarto y se asoma de nuevo por el borde cómplice de la puerta del padre pero ve la cama vacía, se mueve buscando otra abertura por donde observar hasta que la encuentra y los ve, el padre estaba sentado en la silla de su escritorio piernas abiertas su cabeza hacia atrás, ojos cerrados y entre sus piernas agachado estaba el crio haciéndole una mamada de 5 estrellas como la que luisa le había dado días antes

– Aaaaaaaah, si, sigue, no pares bebe, no pares, sigue comiendo tu biberón de carne.

Las manos del hombre se posaban sobre la cabeza del niño quien abría su boquita para comerse el trozo de carne y sus manitas acariciaban el tronco y los testículos.

– Ya nene, ya casi me haces venir, pero quiero dártela en tu potito esta vez, sí.?

– No sé, es que me duele mucho

– Lo sé, solo un poquito para poderte llenar de tu premio y que te lo lleves dentro

– Bueno.

El niño se levantó, Adolfo vio su cuerpo desnudo caminar hacia la cama y arrodillarse en el borde de ella, el padre Raúl se levanta y camina hacia el con sus manos en su pene masturbándolo, se agacha y chupa un poco el ano del niño quien al parecer le gusta esa acción, Adolfo estaba a reventar con su erección pero no quería perder detalles.

El padre se levanta y agacha detrás de Luisito dirige su enorme verga morena a la entrada trasera del niño e intenta meterla en un acto que parecería imposible, pero que la lubricación y la evidente practica hacen posible después del 3er intento

– Shhhhh. !!! Me dueleeee.!!

– Shhhhh calla que nos puedes escuchar crio

– me duele mucho padre, sáquela

– aguanta unos pocos minutos nada mas

El enorme hombre tomo al niño de la cinturita con sus enormes manos con fuerza y movió su cintura hacia delante a la vez que lo alaba al hacia atrás logrando entrar casi hasta la mitad de su cuerpecito, haciendo que este volviera a dar un gemido fuerte de obvio dolor, pero esta vez el cura no procuro callarlo

– Uff que rico poto tienes, caliente y apretado como me gusta dios mío

Empezó a moverse dentro y fuera de su traserito que se abría para recibir con esfuerzo a su grueso invasor durante poco más de 5 minutos donde tuvo que aguantar las embestidas casi salvajes del representante de dios antes que este se empezara a convulsionar en la evidente eyaculación junto con la que pretendía entrar más dentro de la inocente y sufrida criatura

-Aaaaaaaah Siiiii, que divino es todo este pótico que tienes, un día de estos estoy seguro que podrás comerte toda mi verga le dijo saliendo de su sufrido ser que cayó sobre la cama con muestras de dolor y tras haber aguantado muchísimo tenerlo dentro

Adolfo pudo ver como ese agujerito tan chiquito se mantenía tremendamente abierto y de el brotaba poco a poco parte del semen del cura mientras se iba cerrando poco a poco.

Por su parte el hombre se mantuvo de pie un rato para luego caminar hacia donde estaba su ropa y tomar su ropa interior

– tienes que vestirte bebe, ya es muy tarde para que andes fuera de tu camita

Esa fue la acción que le dio al espía la señal que debía irse de forma rápida antes de ser descubierto, Raúl vistió al niño y colocándose su ropa lo acompaño a su habitación para que este descansara

– Fuiste muy valiente mi niño, poco a poco veras que ya no te dolerá tanto tenerme dentro

– Si padre

Cabe destacar que esa actividad no llevaba ejecutándose más de 6 meses por lo que era comprensible que el infante no estuviera acostumbrado a ser follado por el enorme hombre que le triplicaba en tamaño y era más de 8 veces su edad.

Adolfo veía como el cura volvía a su habitación a dormir.

Este se acostó en su cama recordando las escenas vistas esas dos noches y no pudiendo evitarlo se masturbo frenéticamente hasta eyacular y quedarse dormido.

Mañana seria otro día.

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