MI PEQUEÑA HIJA ME CALENTO 2

Pasaron los meses y alba cumplió 5 años, en mi trabajo recibí un ascenso y mi mujer tenía viajes más largos e importantes, los ingresos económicos habían aumentado y nuestro nivel había sido elevado sustancialmente, mientras yo estaba en el trabajo, pues la carga horaria y la responsabilidad también me había aumentado, alba era cuidada por una niñera muy recomendada y buena, una adolescente de 16 años muy capaz y buena con los niños.

Recuerdo que esa tarde Salí de la oficina a las 5pm, y llegue a casa una hora más tarde de lo acostumbrado, muy cansado y con muchísima hambre, al abrir la puerta me encontré con Ana esperando a mi llegada, me dio información de la niña y de los acontecimientos del día, le pedí que se quedara un poco mientras tomaba una ducha y orinaba pues estaba que reventaba

Subí a mi habitación y me desvestí rápidamente entrando a la regadera, tan rápido que no puse atención que las puertas quedaron abiertas, abrí la llave y sentí algo relajado mi cuerpo, debo confesar que allí mismo deje salir todo mi orine, sentí delicioso, también tenía ganas de salir de allí para ir con mi nena, siempre que su mama no estaba dormíamos juntos, a veces solo para dormir y otras para calmar las ganas

En el transcurrir de los días mi alba se había vuelto muy buena en sus faenas mamatoria, lograba comer mi cabeza y unos centímetros más y lo degustaba, empezó a tomarle gusto a mi semen, aunque no se lo traga aun me deja acabarle dentro de su boquita y no pone caras ni reniega al recibir mis descargas en sus labios, quizás ha logrado tragar algunas gotas de mi semen mezclado con su saliva, toda esas imágenes mentales me habían hecho poner duro, sin pensarlo Salí del baño y me topé con dos ojos color caramelo que me miraban desde la puerta de la habitación mientras la vocecita que me saco de mi viaje mental decía;

  • Señor Raúl ya me tengo que….
  • Hay dios mía Susana que susto, no sabe que estabas allí, que pena, perdón, ya te debes ir?

Me tape lo que pude pero al tener buena erección no pude lograr mucho, después de todo la chica me había visto completamente desnudo, mientras me colocaba una toalla alrededor de la cintura ella me seguía con la vista, mi pene se notaba mucho debajo de la tela, la acompañe hasta la salida y después de darle el dinero la despedí hasta el día siguiente, ella volteo varias veces a la muerta antes de irse, mi mente maliciosa la puso a prueba y al último giro que dio me vio masajeando mi verga por sobre la tela, ella se sintió turbada y se fue lo más rápido que pudo.

Entre a la cocina moría de hambre y sabía que Susana era buena cocinera, mientras comía me di cuenta lo cansado que estaba, al terminar de comer deje el plato en la mesa, subí a la habitación de alba y la cargue en brazos hasta ir a mi cama, donde cada noche que su madre no estaba ella era la que ocupaba su lugar, ambos dormimos hasta el amanecer del día siguiente.

Me levante sintiendo humedad entre mis piernas y un movimiento me hizo abrir los ojos, cuando mire debajo de las sabanas era mi hermosa nena que estaba dándome una muy rica mamada mañanera, ella se despega por un instante y voltea a verme con una sonrisa súper hermosa diciéndome “buenos días papi”, yo le respondo su saludo con una caricia en sus cabellos “buenos días amor, ya veo que estas despierta y animada”, ella no dijo nada, solamente continuo mamándome la verga por algunos minutos más.

  • Amor me encanta cuando me la estas chupando pero ya se está haciendo tarde y tú debes ir al colegio, esta noche continuamos esto, te parece?

Ella como que no o tomo bien porque se despegó de mí y salto de la cama en dirección al baño, y mientras ella se alistaba yo hacía lo mismo, me duche rápido y me vestí de voladas para preparar el desayuno y la merienda de alba, cuando ambos estuvimos juntos desayunando le dije en forma cariñosa que esa noche le daría la lechita que tanto deseaba, que anoche no pudimos estar juntos porque ella estaba dormida, cosa que sabíamos que era mentira pues aunque ella dormía yo podía despertarla.

Salimos de la casa y una vez dejarla en el colegio comencé mi día hasta las 4 de la tarde, sin preocuparme pues a alba la recogía la niñera al salir de clases, hasta que yo llegaba una hora más tarde de haber salido, dependiendo del tráfico, esa tarde me tomo 45 minutos en llegar cuando entre a la casa me encontré de frente con Susana quien estaba diferente a días anteriores pues su vestimenta era más sexy y me seguía por la casa dándome detalles de lo sucedido, la despedí y me dirigí a la ducha y después a comer mientras mi hijita descansaba dormida en su camita, como esta vez llegue bastante temprano y al día siguiente era fin de semana podríamos pasar hasta tarde sin dormir, después de comer subí las escaleras cuando iba casi en el último escalón escucho tocan la puerta, extrañado de que alguien legara a esa hora me dirigí a abrir, era Susana la niñera

  • Perdón señor Raúl es que en mi casa no hay nadie y no quería esperar en la acera, será que puedo esperar aquí hasta que lleguen mis papas?
  • Pues no lo sé, crees que no allá problemas?
  • No, mis papas han de estar buscando a mi hermano que llega hoy de viaje

No muy convencido y frustrado porque arruino los planes próximos en ese momento la deje entrar, la invite a la sala y nos sentamos en los sofás uno frente al otro, me di cuenta que ella estaba muy nerviosa y recordé lo que había sucedido antes cuando me vio salir del baño desnudo, mi corazón comenzó a latir fuerte mientras mi pene se fue poniendo duro y en mi pantalón se comenzaba a formar un bulto bastante pronunciado, cuando me moví hacia abajo para que mi bulto quedara más visible pude ver entre su vestidito que no llevaba ropa interior, aquello me éxito tanto que mi pene palpito a mas no poder, me levante de golpe haciéndole ver que mi verga estaba a tope, me disculpe por un momento con la excusa que vería si alba estaba bien y antes de regresar me quite mi ropa y me coloque una bata de baño de algodón larga, de esas blancas y volví a bajar, cuando Susana me vio se sorprendió mucho y sentí que se ponía nerviosa, me senté en el mismo lugar donde estaba con mi verga dura, abrí un poco mis piernas y una parte de la bata se abrió dejando al descubierto todo mi muslo derecho, yo hacía palpitar mi pene para que ella lo viera, mientras yo la miraba fijamente a cada reacción que daba, coloque una mano sobre mi pene y comencé a masajearlo sobre la tela poco a poco fui retirando la bata hasta que vio mis testículos, ella estaba hipnotizada y yo aproveche para acercarme a ella hasta que estuve frente a su cara abrí la bata completamente y mi pene salió como resorte quedando justo frente a ella

Mi pene no es descomunalmente grande, tiene 20cm de largo y 5cm de ancho, no es muy grueso pero sabe complacer bien, es recto sin curvas a ningún lado y cuando esta erecto forma un Angulo perpendicular con mi abdomen, es venoso de vellos rasurados, testículos pequeños pero bien lecheros y la cabeza es pequeña en la punta pero la parte que esta al comienzo del tronco es del mismo grosor de este

Ella abrió la boca como para decir algo pero no pronuncio palabra alguna, le acaricie los cabellos y me acerque más a ella diciéndola “vamos, ambos sabemos que deseas probarla desde que la viste, hazlo”, ella me miro a los ojos, jamás olvidare aquella mirada tierna llena de una lujuria, ella saco su lengüita y la paso por la punta de mi pene saboreándolo, en ese momento se me vino a la mente aquella vez que alba había hecho lo mismo en el baño a sus 4 añitos, tome a Susana de su cabeza y comencé a mover mi cadera mientras ella abría los labios dejándome entrar en su boca, la sensación era única e indescriptible, ella tomo mi verga de la base y comenzó a succionar fuertemente mientras yo movía mi cadera dentro de ella, poco más de la mitad de mi pene se metía dentro de ella hubieron momentos en los que sentía que eyacularía y tenía que detener mis movimientos.

Después de unos 10 o 15 minutos de estar recibiendo aquella mamada deseaba ya probar su ser, me separe de ella y me arrodille la tome de su cadera pidiéndole que alzara sus piernas dejando ante mis ojos una hermosa vagina con pocos vellos, rosada de labios gruesos y un clítoris también rosado y duro, le abrí las piernas poniéndolas sobre mis hombros y metiendo mi cabeza en medio de ellas comencé a saborear su néctar, aquel olor era espectacular y el sabor no se puede describir con palabras, yo sabía que la chica tenia novio así que supuse que no era virgen (y evidentemente no lo era)

Pude saborear cada milímetro de su carne, escuchándola gemir, mover su cadera en señal de excitación y tomándome de los cabellos afincándome más dentro de sí, mi lengua entraba tanto como podía en ella arrancándole estremecimientos y placeres femeninos quizás hasta ahora no conocidos para ella, le di placer con mi lengua por un lapso de 20 minutos, sentí que eyaculaba dos veces mientras con mi lengua recogía cada jugo que emanaba, aunque no eran demasiados como otras mujeres si tenían el mejor sabor de todos (hasta que probé los de mi alba)

Me levante aun estando de rodillas manteniéndole las piernas abiertas dejando esa pequeña y hermosa vagina al descubierto, deje caer más saliva en su vagina mientras ponía la punta de mi pene en la entrada, aquella muchacha al saber lo que venía y sintiendo mi pene en su entrada se estremecía ya habría su boca como pidiendo que me diera prisa a metérselo, poco a poco hacia presión en ella sintiendo como se iba abriendo aquellos labios dejándome entrar, centímetro a centímetro hasta que mi pene estuvo totalmente dentro de ella, la sensación era mágica, era caliente, apretada, suave y dura al mismo tiempo, húmeda y tierna, Susana gimió fuertemente cuando se sintió llena de carne de su patrón, el padre de la niña a la que cuidaba tres días a la semana

  • Señor Raúl, señor raaaaaaauuuuuul
  • Oooh hermosa Susanita, que divina estas dios mío que rica

Mis caderas comenzaron a moverse como por voluntad propia, sacaba medio pene y volvía a meterlo profundamente hasta que mis testículos tocaran su entrada, una y otra vez con movimientos suaves y pausados, sin prisa pero sin pausa, poco a poco mis embestidas fueron tomando más y más fuerza hasta convertirse en fuertes golpes de cadera, el sonido en la habitación se hacía cada vez más sonoro, me deshice de la bata que aun tenia puesta quedando completamente desnudo, ella solamente se había deshecho de sus bragas, de resto estuvo vestida todo ese tiempo, aumentando mi morbo le retire mi pene y la hice arrodillar en el sofá mientras me arrodille detrás de ella y volví a clavarle mi pene hasta el fondo y continuo follandole fuertemente sacándole gemidos tras gemidos mientras ella misma movía sus caderas acompasándola con cada uno de mis propios movimientos, le tome los senos, pequeños pero firmes y mientras la follaba le acariciaba el ano con mi pulgar, aquella chica de 17 años aproximadamente era un volcán de placer, eyaculaba cada cierto tiempo.

Después de media hora teniendo sexo con aquella adolescente mi cuerpo se sentía a punto de llegar al clímax y mi euforia estaba al máximo, sin esperar más mi semen comenzaba a salir casi sin darme tiempo de sacárselo, cuando lo retire los primeros chorros de semen brotaban cayendo como regadera sobre sus nalgas descubiertas, su ropa, el sofá y el piso, mi cuerpo se convulsionaba sudaba y se calentaba, sin darme cuenta mi voz tomo un nivel casi de gritos mientras eyaculaba “Aaaaaaaaaaaaah Siiiiiiiii me veeeeeeeeengoooooo aaa suuusaaaaaaannaaaa Aaaaaaaaaaaaah”

Sin pensarlo o sin planearlo, cuando termine de eyacular y mi cuerpo entraba en el típico letargo y cansancio posterior a una acabada y caía rendido sobre mi igual cansada amante mis ojos se fijaron en aquella pequeña figura que desde la puerta de la sala nos miraba, su rostro entre molesto, sorprendido y triste, lagrimas recorrían sus mejillas y me miraba con furia, sin poder decirle nada se giró y salió corriendo, cuando recupere algo de fuerza me levante tomando la toalla y colocándomela de nuevo

  • Oye Susana, discúlpame por haberme dejado llevar, espero que no vayas a pensar mal de mí y no decidas dejar de ayudarnos con alba, ella te quiere mucho
  • No señor Raúl, no lo dejare de ayudar, de verdad yo desde que lo vi deseaba sentir su cuerpo, ojala se pueda volver a repetir
  • Claro mi niña cuando gustes, pero creo que deberías ir a casa, mañana llega mi esposa, la semana que viene nos volvemos a ver, recuerda mantener esto en secreto ok?
  • Si, hasta la semana que viene señor Raúl
  • Ya creo que no deberías llamarme señor, al menos no cuando estemos solos

Le di un beso apasionado antes de abrir la puerta y que se retirara, me dirigí a la habitación de mi hija y toque

  • Alba, hija, está allí? Podemos hablar?….

Deja un comentario